Todavía recuerdo con muchísima nostalgia aquellas noches de futbol en que las demás competiciones quedaban paralizadas para dar paso a la Copa del Rey. Aquellas noches en que todos los equipos de nuestro país nos brindaban épicas remontadas, grandes goleadas, partidos de enorme intensidad. En definitiva, la Copa era sinónimo de puro espectáculo.
Ahora todo esto ha desaparecido y las semanas en que la Copa del Rey toma las riendas del calendario han pasado a contener una especie de encuentros molestos, que pocos clubs desearían jugar. Durante esta semana hemos podido ver infinitud de gradas vacías, partidos desaguisados y sobretodo, jugadores sin sentimiento y faltos del carisma que merece esta competición.
Pero hay que ser justos y admitir que no todos los equipos se toman esta competición con la misma vergonzosa falta de interés ya que los conocidos como “equipos modestos” se dejan la vida en dicha competición. Quizás sea por intentar encontrar una plaza europea mediante esta competición o para recibir la visita de un grande y salvar el presupuesto de la temporada con la taquilla de tan señalado encuentro, pero la intensidad y la motivación que muestran en los partidos es encomiable.
Ahora todo esto ha desaparecido y las semanas en que la Copa del Rey toma las riendas del calendario han pasado a contener una especie de encuentros molestos, que pocos clubs desearían jugar. Durante esta semana hemos podido ver infinitud de gradas vacías, partidos desaguisados y sobretodo, jugadores sin sentimiento y faltos del carisma que merece esta competición.
Pero hay que ser justos y admitir que no todos los equipos se toman esta competición con la misma vergonzosa falta de interés ya que los conocidos como “equipos modestos” se dejan la vida en dicha competición. Quizás sea por intentar encontrar una plaza europea mediante esta competición o para recibir la visita de un grande y salvar el presupuesto de la temporada con la taquilla de tan señalado encuentro, pero la intensidad y la motivación que muestran en los partidos es encomiable.
Y dicho todo, y vista la falta de intensidad que muestran los equipos grandes, ¿por qué tienen tanto interés en que se mantenga este aborrecedor formato de competición? ¿por qué presionan a la federación para que se mantengan estas eliminatorias a doble partido? ¿no se creen capaces de eliminar a un equipo de segunda B en un solo partido? La verdad es que cualquier respuesta que se me ocurre me huele a miedo y no me convence, sinceramente.
En semanas como esta siento cierta envidia hacia las demás competiciones europeas y en especial hacia la copa inglesa. Cualquier partido que haya podido ver de la copa inglesa superaba con creces la intensidad mostrada por nuestros equipos y por descontado, el espectáculo era infinitamente mejor. Y quizás sea porque el formato invita muchísimo mas a ello.
Yo pienso que una copa a partido único y con sorteo de campo seria la mejor fórmula para llenar las gradas y para dejar de aburrirnos con los partidos de copa. Por no hablar de que también seria lo más justo, ya que eliminatorias a doble partido y jugando el partido de vuelta en el campo del “grande” me parece una faena para todo equipo humilde que aspire a algo en dicha competición.
Así, quizás mientras nuestra “enorme” federación de fútbol mantenga el formato de Copa del Rey que tenemos hoy en día seguirá teniendo el apoyo y los votos de los presidentes de los clubs de Primera División; pero los aficionados seguiremos bostezando en las gradas de campos vacíos y sin ilusión.
Y por otro lado, la UEFA y su presidente Platini podrían empezar a plantearse que el premio por ganar la Copa fuera una plaza en la Champions League. Solo es una sugerencia.
PD: La eliminatoria entre el Arsenal y el Liverpool fue una gozada y por el Arsenal jugaron Vela, Ramsey, Bentdner, Fran Mérida, etc. Aunque se hagan rotaciones también se puede jugar con intensidad…si se quiere.
GUILLEM PRERA MENERO