jueves, 29 de octubre de 2009

A los ingleses sí les va “irse de copas”

Todavía recuerdo con muchísima nostalgia aquellas noches de futbol en que las demás competiciones quedaban paralizadas para dar paso a la Copa del Rey. Aquellas noches en que todos los equipos de nuestro país nos brindaban épicas remontadas, grandes goleadas, partidos de enorme intensidad. En definitiva, la Copa era sinónimo de puro espectáculo.

Ahora todo esto ha desaparecido y las semanas en que la Copa del Rey toma las riendas del calendario han pasado a contener una especie de encuentros molestos, que pocos clubs desearían jugar. Durante esta semana hemos podido ver infinitud de gradas vacías, partidos desaguisados y sobretodo, jugadores sin sentimiento y faltos del carisma que merece esta competición.

Pero hay que ser justos y admitir que no todos los equipos se toman esta competición con la misma vergonzosa falta de interés ya que los conocidos como “equipos modestos” se dejan la vida en dicha competición. Quizás sea por intentar encontrar una plaza europea mediante esta competición o para recibir la visita de un grande y salvar el presupuesto de la temporada con la taquilla de tan señalado encuentro, pero la intensidad y la motivación que muestran en los partidos es encomiable.

Y dicho todo, y vista la falta de intensidad que muestran los equipos grandes, ¿por qué tienen tanto interés en que se mantenga este aborrecedor formato de competición? ¿por qué presionan a la federación para que se mantengan estas eliminatorias a doble partido? ¿no se creen capaces de eliminar a un equipo de segunda B en un solo partido? La verdad es que cualquier respuesta que se me ocurre me huele a miedo y no me convence, sinceramente.

En semanas como esta siento cierta envidia hacia las demás competiciones europeas y en especial hacia la copa inglesa. Cualquier partido que haya podido ver de la copa inglesa superaba con creces la intensidad mostrada por nuestros equipos y por descontado, el espectáculo era infinitamente mejor. Y quizás sea porque el formato invita muchísimo mas a ello.

Yo pienso que una copa a partido único y con sorteo de campo seria la mejor fórmula para llenar las gradas y para dejar de aburrirnos con los partidos de copa. Por no hablar de que también seria lo más justo, ya que eliminatorias a doble partido y jugando el partido de vuelta en el campo del “grande” me parece una faena para todo equipo humilde que aspire a algo en dicha competición.

Así, quizás mientras nuestra “enorme” federación de fútbol mantenga el formato de Copa del Rey que tenemos hoy en día seguirá teniendo el apoyo y los votos de los presidentes de los clubs de Primera División; pero los aficionados seguiremos bostezando en las gradas de campos vacíos y sin ilusión.

Y por otro lado, la UEFA y su presidente Platini podrían empezar a plantearse que el premio por ganar la Copa fuera una plaza en la Champions League. Solo es una sugerencia.

PD: La eliminatoria entre el Arsenal y el Liverpool fue una gozada y por el Arsenal jugaron Vela, Ramsey, Bentdner, Fran Mérida, etc. Aunque se hagan rotaciones también se puede jugar con intensidad…si se quiere.

GUILLEM PRERA MENERO

miércoles, 28 de octubre de 2009

Los tiempos de Pellegrini

Leo la portada del Marca y no sólo me indigna sino que me apena. Y no sólo por la ligereza con la que muchas veces se comporta la profesión periodística, sino porque entiendo que es un insulto a una manera de trabajar en un país que está inmerso en una crisis de valores sin parangón en la historia. Precisamente, el valor del trabajo es el más menospreciado.

Vete ya, le dicen a Pellegrini desde Marca, que últimamente se ha convertido en el diario de la conspiración contra todo aquello que no huela a Florentino Pérez. Lo malo es que el entrenador chileno tiene mucho que ver con Pérez, tanto que fue él quien en última instancia le contrató, aunque no fuera su primera opción. El problema del Madrid son los tiempos. Más directamente, que los tiempos los lleve el presidente de manera tan descarada.

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martes, 27 de octubre de 2009

Cada uno en su sitio

“De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”, dice el camarada Johnny en ‘El sueño más dulce’, de la Nobel en Literatura Doris Lessing. El viejo dicho comunista se adapta perfectamente al fin de semana futbolístico.

En resumen: el Barça vuelve a la excelencia, y hay que exigirle que siga en ella mientras las lesiones le respeten mientras el Madrid sigue instalado en una peligrosa mediocridad de la que sólo puede sacarle Ronaldo a base de goles. Por detrás, pinchazo del Sevilla, el Villarreal que estrena su casillero de victorias y el Atleti que ha llegado al límite del ridículo.

El espectáculo paralelo que siempre son las gradas de un estadio da a entender las claves de la jornada. En el Camp Nou volvió la ola, sinónimo de alegría y victoria. Como si de una final se tratara celebraron el empate en el Molinón, y no es para menos comparando presupuestos. Estas dos manifestaciones de alegría contrastan con el bochornoso espectáculo vivido en el Calderón, con intento de asalto al palco y resacosa visita de unos ultras que se creen protagonistas de una historia en la que son un mal actor secundario.

Siempre he pensado que ser del Atleti tenía cierta gracia por aquello de pupas y de identificarte con el teórico débil. Ahora entiendo que no, que debe ser muy duro aceptar que tu equipo es capaz de no ganar contra nueve y que encima lo analices y te parezca justo. Un cronista definía ayer al club de Manzanares como contracultural. El futbol les regaló una oportunidad de reconciliarse con la afición pero la desecharon con su desidia y falta de ansia. Ellos sabrán lo que hacen.

Siguiendo con la historia de las gradas, no se puede dejar pasar la oportunidad de fijarse en Anfield Road. Manifestación prepartido, cachondeo masivo en forma de bolas de playa durante el mismo y sensación de que la agonía de Benítez durará unas semanas más. Nadie duda de que el Liverpool puede ganarle al United, pero el 2-0 de ayer no debe llevar a engaño: lo que anteayer nos parecía una plantilla mediocre lo sigue siendo, por muy bueno que sea Torres.

En fin, pasada la jornada nueve queda la sensación de que las cosas están en su sitio. El Barça vuelve a ser el Barça, el Madrid demuestra su poco fútbol y su dependencia de los cracks con pegada, el Atleti que sigue sin entenderse a si mismo y el Villarreal que coge aire para tratar de salir de una situación que no merecía. De cada uno según su capacidad.

X. Prera

domingo, 25 de octubre de 2009

La importancia del gol

Todo buen aficionado al fútbol exige a su equipo una serie de requisitos para entregarle su pasión, sus ilusiones y sobretodo, su fidelidad a los colores. Entre dichas exigencias encontramos los grandes tópicos del futbol: jugar bien, dominar el partido, dar espectáculo….Pero hay una que se sobrepone ante las demás y que al final del curso futbolístico, acaba traduciéndose en la consecución de los objetivos fijados o en el fracaso no deseado: el gol.

No conseguir un gol en un partido implica que tus aspiraciones en el mismo se reducen a un triste empate a cero como resultado más positivo. Y vale la pena reflexionar y ver como tres empates no dejan de significar lo mismo que dos derrotas a efectos de clasificación. Así, vemos como por imperiosa necesidad, el gol se nos muestra como el objetivo clave del fútbol y, en consecuencia, la figura del delantero toma una importancia vital en el deporte rey. Y quizás por este motivo se decide invertir tan desorbitadas sumas de dinero en jugadores que puedan asegurar a tu equipo una cuantiosa suma de goles anuales.

Quizás los goleadores de los equipos más importantes del panorama futbolístico mundial son los que mas suenan. Nadie duda de la capacidad goleadora de jugadores como Drogba, Torres, Eto’o, Messi o Cristiano Ronaldo. Pero también es importante remarcar que estos jugadores son la punta de lanza de grandes equipos y que cuentan con compañeros con calidad sublime y con capacidad para generar muchas ocasiones de gol.

Así, también es digno de admiración el papel que un buen delantero puede ejercer en equipos cuyas metas son más pequeñas pero no por ello más sencillas como conseguir la permanencia. En este sentido uno de los técnicos de la Premier League que más nos ha demostrado a lo largo de su carrera la importancia de contar con un goleador en un equipo humilde es Steve Bruce.

La temporada 2002-2003 Bruce estaba al mando de un Birmingham City que parecía abocado al descenso. Era una cosa que parecía lógica puesto que el equipo mostraba muchas carencias, pero nadie sabía que su técnico se guardaba un as en la manga. De este modo, sorprendiendo a propios y extraños Bruce convenció a un Christophe Dugarry en el final de su carrera para que liderara su proyecto. El delantero internacional francés asumía un nuevo reto en su carrera tras jugar en equipos de la talla del FC Barcelona, Milan, Girondins de Bourdeaux y Olympique de Marsella, así como de coronarse campeón del mundo con su selección en el mundial de Francia 98’.

Los primeros partidos de Dugarry no fueron demasiado productivos y la apuesta de Bruce empezaba a perder peso. Pero fue cuestión de tiempo que la contrastada calidad de Dugarry apareciera y lo hizo en el mejor momento, anotando 5 goles en los últimos encuentros que al final valieron una permanencia para su equipo y, como no, para su principal valedor Steve Bruce.

La pasada temporada pudimos ver como Bruce siguió siendo fiel a su ideología, apostando por algún jugador que marcara las diferencias en su equipo y proporcionara el salto de calidad necesario para alcanzar los objetivos. Así, podemos ver como en su paso por el Wigan Ahtletic, Bruce apostó por Antonio Valencia, jugador ecuatoriano que a final de temporada fue reclutado por Ferguson para formar parte de la plantilla actual del Manchester United.

En la actualidad podemos ver como la “fórmula Bruce” sigue dando sus frutos. El técnico inglés apostó a su llegada al Sunderland por realizar un esfuerzo e incorporar a Darren Bent, delantero que el año pasado militaba en las filas del Tottenham.

La apuesta por la llegada de Bent al equipo ha sido de nuevo todo un acierto por parte de Steve Bruce ya que el nuevo fichaje está demostrando el porque del esfuerzo de su técnico y está formando una de las parejas más goleadores de la liga juntamente con el triniteño Kenwyne Jones.

Así, la aportación de Darren Bent -8 goles en diez partidos- así como la de Jones -5 goles en diez partidos- ha sido clave para que encontremos al Sunderland en una meritoria octava posición.

GUILLEM PRERA

viernes, 23 de octubre de 2009

De Abel al drama de El Madrigal

Apostábamos hace sólo dos días en este blog por la paciencia de los directivos hacia una de las figuras más maltratadas de nuestro fútbol: los entrenadores. Ya ha caído el primero. Cerezo no ha podido aguantar más y la mala racha de juego y resultados ha acabado con Abel Resino. Ya ha habido reacciones, y casi ninguna da explicaciones. Todos aducen a ese entorno translúcido que complica tanto la vida al Atlético. El problema del equipo colchonero es el ansia de club y jugadores por estar a la altura de una afición y una masa social a la que no alcanzarán nunca. También vale al revés: la afición debería entender que es difícil ser tan grandes como ellos y que pedirles competir con Madrid y Barça es demasiado.

Otro equipo que anda a la deriva es el Villarreal. Ante la Lazio el golpe ahondó más en la difícilmente explicable herida de los castellonenses: juegan mejor que los rivales, dominan los encuentros... y pierden. El domingo, frente al Málaga, el paciente Fernando Roig se vería en apuros si el equipo no gana en casa. Y es que a la afición del Villarreal le pasa justamente lo contrario que a la del Atleti; le han dado tanto por tan poco que abandonará a su equipo con facilidad cuando las cosas no vayan bien.

No es un rival cómodo el Málaga. A parte de llegar en un mal momento, lo que puede hacerles más peligrosos, el Málaga ha sacado tres victorias y un empate de sus visitas a El Madrigal. En la historia reciente del club amarillo, escrita casi toda ella en letras de oro, hay un nombre que causa pánico: el de Darío Silva. El uruguayo era una pesadilla para aquella defensa que componían Quique Álvarez y Unai. Dos temporadas marcando los goles que daban los tres puntos a los boquerones así lo acreditan. Tras ellas, el Villarreal pareció tomarle la medida y, tras un empate, le ganó los tres encuentros de las temporadas 2004, 2005 y 2006.

Pero, tras dos años en Segunda, un Málaga revelación llegó al Madrigal el año pasado, vio como le dominaban pero venció con preciosos goles de Duda y Eliseu a pase de Luque. Historias más recientes a un lado, aún resuena en una boca del gol norte de El Madrigal el lamento de una señora de unos 70 años tras una de aquellas dolorosas derrotas: '¡Ay Darío, Darío!'.

X. Prera

miércoles, 21 de octubre de 2009

Renovarse o morir

¿A quién culpamos el primero cuando un equipo va mal? Al entrenador. ¿De quién nos acordamos antes que nadie cuando las cosas no funcionan? Del entrenador. ¿Quién suele ser la víctima destituida cuando un equipo no acaba de arrancar? El entrenador. Pero, pensándolo un poco, ¿es realmente el mister de un equipo una figura tan prescindible? Yo, sinceramente, creo que no.

Todo aficionado al futbol se ha planteado alguna vez si realmente no será fácil dirigir a un gran equipo: grandes futbolistas, excelente cuerpo técnico, presupuesto envidiable….Parece fácil. Pero quizás no lo sea tanto si tenemos en cuenta el enorme historial de técnicos que atesoran los grandes clubs a lo largo de la historia.

Algunos cayeron por falta de tiempo para implantar sus métodos, pero bien es sabido que el futbol es generalmente un espectáculo poco paciente. Otros quizás sucumbieron ante la presión de los medios y de las masas que estos clubs arrastran. Y por último, y quizás en este grupo será donde encontramos al mayor número de técnicos fallidos, encontramos a aquellos que no supieron adaptarse al medio en que se encontraban. No supieron renovarse o, simplemente, creyeron estar por encima de las personas que les rodeaban.

El futbol no deja de ser un deporte con matices prehistóricas: el que no se adapta al medio que le rodea no sobrevive. Dos claros ejemplos los encontramos en las figuras de Sir Alex Ferguson y Arsène Wenger, técnicos del Manchester United i del Arsenal respectivamente.

El primero nos ofrece cada año una auténtica lección de cómo reinventarse y sobrevivir en un mundo que no se para por nadie. Al frente del United desde el año 1986, Ferguson consigue renovar cada año las ilusiones de los aficionados reds y llenar de gloria las tardes y noches del Teatro de los sueños.

Aunque en su contrastada carrera como entrenador ha debido afrontar situaciones incómodas, cada año consigue sobreponerse y adaptarse a la nueva situación que debe afrontar. Su último gran logro: hacer olvidar a Cristiano Ronaldo y, al mismo tiempo, convertir al Manchester United en uno de los pocos equipos económicamente saneados del siglo XXI.

Muchos se preguntaron porque Sir Alex Ferguson no aprovechaba la enorme inyección económica que el Madrid había dejado en las arcas del United para crear un nuevo equipo de ensueño. La respuesta del galés ha sido construir bajo mínimos un equipo sólido y solvente que a día de hoy lidera la Premier League, encabeza su grupo en Europa y, por si todo esto fuera poco, muestra un presupuesto con déficit cero. Así, tan solo con la adquisición de jugadores como Owen o Valencia y sobretodo, adaptándose a la nueva situación que debía afrontar, Ferguson ha conseguido que la larga sombra de Cristiano Ronaldo no siga planeando sobre su equipo.

Mención aparte merece Arsène Wenger, entrenador del Arsenal desde 1996. El francés lideró una de las etapas más gloriosas del club gunner donde jugadores como Thierry Henry, Robert Pirès o Denis Bergkamp brillaron con luz propia. Así, un desconocido Arsène Wenger construyó un equipo que lideró el campeonato local durante algunos años con una brillantez digna del mejor Liverpool de los 80.

Una vez el ciclo de estos jugadores llegó a su fin en el club londinense, era lógico pensar que la etapa dorada de Wenger como entrenador del club londinense también tocaría su fin. Pero ha resultado ser todo lo contrario. Con una filosofía innovadora que se basa en dar oportunidades a jóvenes promesas y convertirlos en grandes jugadores a base de curtirlos en grandes batallas, Arsène Wenger ha conseguido mantener al Arsenal en primera línea tanto en Inglaterra como en Europa. Y no solo eso, el juego de los jóvenes cañoneros enamora por su brillantez. Gracias al empeño de este entrenador francés hemos visto brillar a jugadores como Cesc Fábregas, Emmanuel Adebayor o Robin van Persie, consagrados hoy como estrellas mundiales.

En definitiva, nos encontramos ante los dos entrenadores más longevos del campeonato inglés y posiblemente seguirán en sus banquillos muchos años más. Sus diferencias podrán ser muchas pero comparten un rasgo en común: mantener una base de trabajo propia pero reciclar su filosofía con el paso del tiempo.

Guillem Prera

martes, 20 de octubre de 2009

De la solvencia del Sevilla al efecto mariposa (¿?) en el Barça

Victoria del Sevilla, derrota del Barça. De ambos partidos salen reflexiones, allá van algunas.

En Stuttgart vimos a un Sevilla en estado puro, en su salsa. Gol tempranero y atrás, a salir a la contra con jugadores de banda. Dos de los tantos de los hispalenses volvieron a ser a balón parado, lo que no por común deja de ser sorprendente y digno de mención. Un equipo es grande en la medida que aprovecha sus oportunidad, y el Sevilla, tras 70 minutos, tenía un 38% de posesión y había chutado entre los tres palos dos veces, igual que los alemanes. El resultado era de 0-2.

No puedo dejar de referirme al Sevilla como equipo de especialistas, sobre todo en banda. En la derecha Navas está más solo, pero la banda izquierda de los de Jiménez es todo un lujo. Adriano y Perotti han puesto un gol cada uno, y Capel en la recámara. Vale la pena seguir a Perotti, uno de esos tipos que encara con un descaro que muchas veces se nos olvida que existe. La penúltima perla de Monchi, que le fichó del Morón, un humilde argentino, después de ser rechazado por Boca. Una delicia verle.

Ahora bien, no se puede olvidar que enfrente estaba el atenazado Stuttgart, un equipo que está en descenso en Alemania y cuyo partido se ha visto marcado por el miedo. Babel está en la cuerda floja hasta el punto de que puede costarle el sitio, y eso se ha notado mucho en sus futbolistas, que no hubieran marcado de jugada ni aunque el partido hubiera durado toda la noche. Interesante el lateral mexicano y poco más, necesitan un cambio que les dé confianza.

En el caso del Barça, no ví el partido. Se supone que el gol en el primer minuto rompe todos los planes, pero ya son dos partidos sin ganar. Más vale que ganen el domingo al Zaragoza con solvencia, porque si hay dos clubs con efectos mariposa demostrados en España son el Atlético y el Barça. El simple aleteo de una mariposa puede desatar tormentas gravísimas. Aunque Laporta de momento sólo es un capullo, sus idas y venidas pueden convertirle en mariposa pronto, con lo que ello podría suponer para un grupo, el de Guardiola, que si bien ha demostrado una gran entereza nunca se ha visto en dificultades importantes. Por lo tanto, el Barça sólo tiene un rival, y está en casa. Es él mismo y su entorno.

lunes, 19 de octubre de 2009

El gol más injusto

La hoguera de las vanidades es un thriller medio (¿cre?) en el que Tom Hanks es un broker de Wall Street cuya fama se pone en duda por un golpe de azar. En medio de la noche, y mientras se dirige a Manhattan con su amante (Melanie Griffith), una salida errónea de la carretera le lleva al Bronx. Si tenéis dos horas mirad otra película, si tenéis muchas podéis hacerle un hueco.


Más que el argumento en si, me quedé con una frase que pronuncia el narrador: la ley es el débil intento del hombre de sentar los principios de la decencia. Creo que viene muy a cuenta de lo que ya se considera como el gol más tonto -e injusto- de la temporada. El gol que el sorprendente pichichi Darrent Bent le marca a Reina...

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jueves, 15 de octubre de 2009

Ágora

Ayer, mientras la selección goleaba a Bosnia en el último trámite antes del Mundial, yo entraba al cine. Cuando Argentina empezaba el partido que, de forma dramática, le situó en Sudáfrica, yo salía del cine convencido de que Amenabar es el mejor director que nuestro país ha dado nunca.

Más allá de consideraciones ideológicas y de argumentos como la trama, el cine de Amenabar es perfecto a nivel técnico. Cada plano, cada imagen tiene su explicación. Un amigo mío al que le gusta el cine casi tanto como a mi el fútbol me comentaba que el director de Ágora es un obseso del cine, que ha visto de todo y en grandes cantidades, y de ahí que se le considere un académico siendo todavía joven.

Y yo pensé que este joven de 37 años no sólo tiene en común con Guardiola su edad -el técnico del Barça tiene 38-. Su manera de hacer me resulta muy familiar. Esa obsesión por la disciplina en la que trabajan, ese cuidar cada detalle, esa necesidad de explicarlo todo y que todo quede claro son muy características de ambos. Además, el título del film del cineasta español me lleva también a pensar en Guardiola, un amante del diálogo, sabedor de que éste lleva inexorablemente al conocimiento.

Imagino a Amenábar devorando cine y veo a Guardiola estudiando al próximo rival del Barça en la Champions. Podríamos buscar muchas causas para explicar esta coincidencia, pero creo que basta con decir que ambos aman lo que hacen, uno el cine y el otro el fútbol. Y que ese amor les lleva a tratar de mejorar permanentemente. Y creo que es una buena lección en estos tiempos de crisis en los que parecen imposibles las concesiones sentimentales.

lunes, 12 de octubre de 2009

Jugar a las 3

¿Cómo quedamos mañana? A las dos y media en el bar. Esta frase puede aplicarse en breve al fútbol, si prosperan las intenciones de Florentino Pérez de programar partidos a las tres de la tarde para abrir la Liga al prime time chino.

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jueves, 8 de octubre de 2009

El Inter y el EZLN

En estos días en los que los amantes del fútbol estamos un poco desangelados y faltos de goles que cantar, la resignación nos lleva a buscar salvoconductos para no desesperar. Si, además, tienen que ver con el deporte rey, mucho mejor.

El otro día, por casualidad, llegó a mis manos la revista mensual que publica Illa Crua, firme defensora desde la izquierda de la lengua y cultura catalanas, en toda su extensión. Me llamó la atención porque dedican un monográfico al fútbol, que devoré en una noche. No está nada mal, puesto que reflexiona desde un punto de vista poco habitual, crítico sin ninguna duda, pero constructivo a mi ver.

Se tocan muchos temas, la mayoría relacionados con la indudable entrada de la política y la economía en el mundo del fútbol en los últimos años. Se puede estar más o menos de acuerdo -sé que buena parte de la blogosfera es reacia a mezclar ambos temas-, pero creo que es bueno leerlo para, por lo menos, tener argumentos. Y es que el 'porque no' no debería valer a nadie.

Entre mucha bibliografía y anécdotas curiosas, quiero destacar un reportage que me llamó mucho la atención. Es el que habla de la extraña relación existente entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Inter de Milán. Le había leído en alguna ocasión a Enric González que el magnate petrolero Massimo Moratti simpatizaba con la izquierda, el antiberlusconismo y el pacifismo.

Pero lo que ha sido nuevo para mi era que gracias a la intermediación de Javier Zanetti el Inter ha colaborado económicamente con proyectos zapatistas y que incluso el subcomandante Marcos escribió en 2005 una carta a Moratti pidiéndole disputar un partido entre el Inter y sus guerrilleros. De momento está pendiente.

Me encantan este tipo de historias y me encantaría que se disputara. No se perdería nada, al contrario. Seguramente sería mejor de alguno que nos tocará aguantar como mal necesario este fin de semana con los partidos clasificatorios para el Mundial. ¡Que vuelva la Liga!

lunes, 5 de octubre de 2009

El equipo que acaba al partido

El gol es al fútbol, según Eduardo Galeano, lo que el orgasmo al sexo. La mejor parte. Llámenme conformista, pero en mi caso es suficiente la sorpresa para emocionarme. Y es que el gol suele ser consecuencia directa de la sorpresa. Un marcaje bien tirado, una superioridad convertida en pared, un lateral doblando al extremo -el ejemplo perfecto, el primer gol del Sevilla-. Me encantan esas acciones que se enseñan en las escuelas de fútbol y que no todos son capaces de aplicar en un partido de alta competición.

Precisamente por eso me aburrió el partido entre el Chelsea y el Liverpool. Especialmente el de Rafa Benítez fue un equipo previsible, y eso que tanto yo como todos los que seguimos el partido en un pub gracienc íbamos predispuestos a sorprendernos con poco...

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sábado, 3 de octubre de 2009

Dos metros

"Esos dos metros para mi son una quimera". Desde el sofá recorrí dos metros para asomarme al balcón. En el pub de abajo se anuncian los partidos del fin de semana. Sábado a las 20.00 horas, Barça-Almería. Domingo a las 17.00 horas, un apetecible Chelsea-Liverpool. Y para rematar, a las 21.00 el partido de la jornada, Sevilla-Madrid.

Al recorrer estos dos metros me sentí un afortunado, pero leyendo el cartel futbolero no pude evitar sentirme un poco mal. Acababa de ver 'Mar adentro' y estaba sensible, y pensé en toda la estupidez que envuelve al mundo del fútbol. No tiene nada que ver, pero no pude evitar comparar toda esa basura con la franqueza y sensibilidad que demuestra el Ramón Sampedro de Amenabar (un gran Bardem) y sentirme más cerca de él que de este deporte, parte centralísima de mi vida.

Esta noche me sentaré a ver el Barça, y mañana me daré un atracón de fútbol. Todo seguirá siendo igual, pero no por ello el modelo futbolístico actual me parecerá mejor. Y nada, que me apetecía homenajear a una película hecha con una sensillez y sensibilidad exquisita.