lunes, 30 de noviembre de 2009

Un clásico de trincheras

En las trincheras de la Segunda Guerra Mundial el horror impedía que hubiera victorias. Si todo iba bien ganabas unos metros al adversario, pero siempre a costa de la pérdida de hombres que para los combatientes eran amigos, compañeros de fatiga, hermanos. Para el puesto de mando, un número, una estadística.

En la guerra no hay héroes, hay supervivientes. El ser humano se ve reducido a una máquina con un único objetivo: ganar. Ese perfil bajo me recuerda muchas veces al de los futbolistas del Madrid. Jugadores nacidos para ser estrellas, que lo han sido en sus equipos anteriores, bajan su rendimiento en el entramado ideado por Pellegrini en pos del colectivo. No luce Kaká, no luce Xabi Alonso, no luce Benzema y en cambio, a Higuaín le va de perlas. Definitivo y definitorio.

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viernes, 27 de noviembre de 2009

El otro derby, el de la linterna

Aunque en España difícilmente tendremos ojos para otra cosa este fin de semana, bien podríamos, en la poco apetecible jornada del sábado, sacar la linterna y ver un poco más allá. Al norte de Italia, por ejemplo, donde se juega el otro derby del fin de semana. El conocido como el derby de la linterna.

Históricamente Genova ha sido un puerto importante a la hora de dar salida a los productos del norte de Italia. Es por eso que la entrada natural a esta ciudad italiana era el mar y su faro, la contrastación de que se estaba cerca de tierra firme. Por eso al clásico entre el Genova y la Sampdoria se llama el derby de la linterna.

Será este sábado, a hora de partido grande (20.45), y con todos los alicientes. La Samp, históricamente el pequeño, llega cuarto en la clasificación mirando más para arriba que para abajo. El Genova, el hermano grande en origen, está séptimo y buscará imponerse en el Marassi para así acercarse, en este orden, a su eterno rival y a los puestos UEFA.

Se trata de uno de los clásicos más antiguos, y su fórmula es parecida a la de otros enfrentamientos de los equipos de la misma ciudad. Un primer equipo fundado por industriales ingleses -el Genoa- y la respuesta local por parte o bien de la burguesía o de algún grupo de obreros. La Sampdoria es una mezcla de las dos, ya que es fruto de la fusión, en 1946, entre la Ginnastica Sampierdarenese -proletario- y la Societá Andrea Doria -clases pudientes-.

Los enfrentamientos entre uno y otro equipo se fueron institucionalizando después de la Segunda Guerra Mundial, pero sus caminos nunca han caminado en paralelo, puesto que el Genoa, que hasta antes de la contienda había conseguido nueve Scudettos, entró en una dinámica negativa que le convirtió en un equipo sube y baja. La Sampdoria, por su parte, se fue consolidando en Italia hasta convertirse, de la mano de su carismático presidente Paolo Mantovani en campeón de Italia en la temporada 1990/91. En la siguiente incluso llegaron a la final de la Copa de Europa, que perdieron ante el Barça.

Actualmente, con los dos equipos luchando por los puestos europeos, es la época en que la ciudad de Génova puede presumir de tener el mejor nivel futbolístico de su historia. Pero en Italia o eres blanco o negro. No se puede presumir del Genoa si eres de la Samp, y al revés. El año pasado, un hat-trick de Milito acabó con el equipo del escudo del marinero. Estos días, si por las noches escuchas atentamente en el puerdo de Génova, oyes el eco de un grito que llega de una embarcación lejana: ¡Ven-gan-zaaaaaa!

jueves, 26 de noviembre de 2009

La punta de la lanza

Cualquier pequeño detalle grabado en la pared o el más mínimo objeto que podamos recuperar de civilizaciones anteriores suele fascinarnos y lo guardamos como un preciado tesoro. Una pintura, una vasija, una moneda…Pero si hay algo que solemos encontrar y no deja de fascinar a los historiadores son las puntas de las lanzas que ya desde la prehistoria se fabricaban. El hombre entendió desde el inicio de los tiempos que para cazar tomaba vital importancia la punta de la lanza. Sin una punta afilada les seria imposible realizar un buen ataque.

Han pasado los años y todos los aprendizajes que podemos hacer de aquellas fascinantes culturas pueden servirnos en la actualidad. Y que cada lanza debe tener su punta es una lección aplicable al fútbol.

La importancia del delantero no radica solo en la cantidad de goles que pueda lograr a final de temporada sino en el papel de desatascador que puede realizar en el juego de su equipo. Un defensa juega más tranquilo si sabe que al despejar un balón no lo regala al equipo contrario. Le será más fácil dar un pelotazo y acabar con el peligro si sabe que peleándose con la defensa rival hay uno de sus hombres. Es lo que en fútbol se suele denominar “tener una referencia en ataque”.

Hace una semana vimos como el Barcelona naufragaba en la catedral de San Mamés. Guardiola prefirió no alinear a Henry o incluso a Bojan dejando al equipo sin una clara referencia ofensiva y quizás ello le pasó factura. Nadie duda de la capacidad de desborde de Iniesta o Pedro y de la brillantez de Messi, pero ninguno puede hacer el papel de referencia que un delantero puro sabe hacer. El resultado fue un equipo atascado y sin profundidad.

Pocos días más tarde el panorama no pintaba mejor. El Barcelona recibía al Inter sin Messi ni Ibrahimovic y los comentarios de los días previos al partido hacían que la gente esperara todo lo contrario de lo que ocurrió. Pero Guardiola supo rectificar su error y alineó a Henry como referencia ofensiva. Bien es sabido que el francés no pasa por su mejor momento y que nadie apuesta por él como nueve en el clásico, pero el ariete francés hizo la labor de hombre-boya que Messi no supo hacer ante el Athletic de Bilbao. El francés no hizo su mejor partido pero solamente con su presencia Henry fijó a los dos centrales facilitando las llegadas de los hombres de segunda línea, ayudó a la presión y sirvió para que los defensas encontraran alguna referencia clara a la hora de sacar la pelota. Y esto con Messi de delantero no ocurrió.

El Barcelona es una lanza muy trabajada y ello se denota en cada partido. Pero cuando un arma no está afilada, es muy difícil herir al rival.

GUILLEM PRERA

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Lección de Guardiola e Iniesta

En la partida de ajedrez que siempre es plantear un partido, Guardiola hizo ayer de Iniesta su reina. Libertad de movimientos para el albaceteño, cuyo objetivo principal era acabar con las defensas de un Inter con un planteamiento plano que fue superado desde el minuto 1 por el Barça.

Iniesta fue la clave de un Barça que pasó su examen sin estrellas con matrícula de honor. Iniesta, guiado por Guardiola, claro. El de Fuentealbilla aparecía en la alineación volcado a la derecha, de teórico extremo. Pero él ni pasó por allí. Se paseó con la elegancia de un bailarín de claqué por toda la mediapunta para formar con Xavi, Busquets y Keita una especie de rombo que creaba superioridades favorables a los locales en cada jugada de ataque.

No hay mejor ejemplo que el segundo gol. Iniesta recibe en un agujero negro situado entre la defensa y el doble pivote del Inter, solo, e inicia la jugada. Cambiasso y Motta tratan de recuperar la posición, pero entonces aparece la segunda línea. Iniesta retrasa para Xavi, que ve a la perfección llegada del incombustible Alves, que cubrió toda la banda sin ningún problema ni fatiga. El centro del brasileño fue exquisito, templadito con toda la intención, y el remate de Pedro, en semifallo, sólo fue la culminación de una jugada de ensueño.

Cuando Mourinho quiso reaccionar colocando a Motta sobre Xavi ya era tarde. Su equipo ya había perdido la partida que el cerebro de Guardiola había visto días antes.

martes, 24 de noviembre de 2009

Que no están tan mal...

El fútbol es una hipérbole de la vida, muestra una versión grandilocuente de ésta. Así, si se suele decir que la vida da muchas vueltas, el fútbol da más todavía. Si a eso se añade que en nuestra sociedad la información circula a todas horas y a toda velocidad, el resultado es el análisis detallista y pormenorizado de cada gesto, cada detalle, cada partido.


Las mismas preguntas. A Pellegrini, por ejemplo. ¿Cree que ha jugado bien el Madrid? Ni bien ni mal, responde, casi por inercia. Lo cierto es que su escueto comentario no está para nada alejado de la realidad. El Madrid jugó un partido insulso, no enamoró a nadie, simplemente ganó. Y es líder.


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viernes, 20 de noviembre de 2009

El inmovilismo no es la salida

Suelen decir los mayores, que siempre suelen saber mucho de todo, que lo peor ante un problema es no encararlo. Si eso es cierto -quien sabe- la FIFA debe estar dirigida por una cúpula de inmovilistas que se escudan en la legalidad para no tomar decisiones.

Es algo que no comparto para nada. Las leyes se han hecho en algún momento en el que había pasado algo que requería ser normado. No son parte de la naturaleza sino una invención del ser humano. Es en este sentido que no entiendo a los que se escudan en lo existenten para negarse en redondo a afrontar las nuevas realidades.

Todo esto viene a cuento de la mano de Henry. Lo que está pasando es insólito. El aluvión de peticiones para que se repita el partido es incontable, y están lideradas por el propio Henry, que ha enviado un comunicado a un diario británico, y numerosas personalidades y medios de su país. Ante eso, la única respuesta es que lo pitado, pitado está.

No sé cual es la mejor solución -os pido la opinión-, lo que me resulta inaceptable es que no se haga nada, que el inmovilismo se apodere de los gestores del deporte que mueve a más gente. en todo el mundo. Quizá haya que obligar al cuarto árbitro a ver el partido en pantalla, o quizá haya alguna otra solución. ¿Que es muy complicado porque sentará precedente? Seguro. Pero lo cierto es que el caso es tan flagrante que requiere alguna respuesta más que el silencio.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Al final, la vida sigue igual

La clasificación para el Mundial finalizó ayer con una emocionante última jornada de repesca. Han sido meses duros en que las selecciones se han batido el cobre para conseguir el preciado billete para Sudáfrica que les otorgue el privilegio de disputar la próxima cita mundialista.

De la fase de clasificación suelen salir selecciones aspirantes al Mundial por su brillantez o por su eficacia, selecciones ilustres que sufren pero consiguen su objetivo y selecciones que consiguen su billete merecidamente sin a priori haber sido serias candidatas a ello. Pero la verdad, el final del camino suele haber pocas sorpresas.

A lo largo de los meses que dura este duro trámite siempre se suele especular con el mal momento de grandes selecciones que pueden quedarse sin acudir a la cita, pero al final, sea como fuere, hay un grueso de selecciones que rara vez faltan en los bombos.

En la zona europea nos hemos encontrado con selecciones como España, Inglaterra o Holanda que han conseguido su clasificación de manera brillante y otras como Alemania o Italia que la han conseguido sin brillantez pero con la eficacia que siempre las caracteriza.

Todavía faltaban Portugal, Francia y Grecia para cerrar el cupo de las consideradas “grandes” de Europa y estas no fallaron. Portugal con solvencia; Francia con un polémico gol que deja entrever la sombra de Platini y Grecia, que mostró las carencias de la Ucrania de un Shevchenko que no es tan determinante como en otros tiempos, consiguieron ayer su pase a la cita mundialista. Así, selecciones como Bosnia, Croacia, Rusia, Irlanda o Ucrania quedaron fuera pese a mostrar mejores impresiones que los franceses o los portugueses.

En la zona sudamericana se especuló mucho sobre la posible eliminación de Argentina o el poco futbol que muestra Uruguay. Pero al final entre las selecciones que irán al mundial encontramos a Brasil, Argentina, México, Uruguay o Chile.

Por lo que respecta a África, encontramos las cuatro selecciones que sin duda se han mostrado más sólidas durante la fase de clasificación: Camerún, Costa de Marfil, Ghana y Nigeria. Faltará a la cita todo un campeón africano como Egipto, pero los argelinos se han ganado a pulso estar entre las 32 mejores selecciones.

Por último, selecciones como Japón, Corea del Norte, Corea del Sur o Estados Unidos que se imponen sin problemas en sus respectivas zonas futbolísticas rellenan los bombos que depararán los grupos para la Copa del Mundo.

Son meses duros donde las selecciones deben mostrar sus armas si quieren estar en el Mundial pero esta es una cita a la que nadie quiere faltar. Y al final, de manera justa o injusta, merecida o inmerecida, con solvencia o con carencias, pero casi siempre encontramos a las mismas selecciones en estas competiciones.

Hay grandes que se han quedado fuera como la Suecia de Ibraimovich, pero mirando los bombos nos damos cuenta que realmente no se echará en falta a nadie. Después de una fase de clasificación con mucho sufrimiento y con muchas especulaciones podemos decir que al final, la vida sigue igual.

GUILLEM PRERA MENERO

lunes, 16 de noviembre de 2009

Nacidos para combinar

Fin de semana de selecciones, lo que para mi suele significar un fin de semana de poco futbol. Los partidos entre selecciones suelen ser de poco nivel técnico o táctico, más de voluntad e intensidad que de excelencia balompédica.

Es por ello que sentarse en el sofá esperando buen fútbol de una selección es un privilegio al alcance de pocos. Y eso pasa actualmente en España, donde una generación nacida para combinar se dedica a tocar y tocar amordazando a un rival tras otro. Quizá le falte algo de pegada a los de Del Bosque y quien sabe si lo pueden pagar en el Mundial, pero lo cierto es que cuando ves a España tienes muchos números de ver fútbol de nivel. Y eso se agradece, a falta de la pasión de la Liga.


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viernes, 13 de noviembre de 2009

El reto de Blanc

La Liga francesa suele ser una competición de dinastías que se regeneran con el paso del tiempo, unas veces de manera traumática y en otras más suavemente, casi como quien no quiere la cosa. La penúltima, la del Marsella en los años 90, se desmoronó cuando el club fue descendido desde los despachos cuando el presidente, Bernard Tapie, fue acusado de sobornos. Habían ganado tres ligas seguidas.

A diferencia de estos tumultos, el cambio al que se asiste hoy en Francia es algo así como una revolución tranquila. Sobre todo por la calma que transmite el gran protagonista de ese cambio: Laurent Blanc, ese hombre que besaba calvas y del que es prácticamente imposible decir algo malo. Él ha armado un equipo bastante serio atrás y al que no le cuesta marcar, lanzado por Gourcouff y Chamakh, ya que esta temporada a Cavenaghi le está costando entrar.

También ha contribuido a ello el desarme del Olimpique de Lyon, que había dominado la Ligue en las últimas siete temporadas, que se ha quedado en los últimos años sin futbolistas importantes como Benzema, Coupet o Ben Arfa, a lo que se suma la decadencia física de Juniho.

Con todo, los de Blanc son líderes tras doce jornadas después de haberse proclamado campeones el año pasado en la última jornada, haciendo honor a su historia dramática, siempre al borde del límite. Era su sexto título y lo conseguía gracias a un gol de Gouffran precisamente frente al Caen, su antiguo equipo, y al que mandó a la segunda división.

El quinto, conseguido diez años antes, fue si cabe más dramático. Se la jugaban contra el Olympique de Marsella en la última jornada, como el año pasado. Mientras los marselleses ganaban su partido con un gol de Pires, el Burdeos coqueteaba con el drama al empatar a dos contra el PSG. Fue en el minuto 89 cuando llegó el gol y el éxtasis. Lo marcó Pascal Feindouno.

Y es que los años ochenta y noventa son todo un tobogán para el equipo de Burdeos. Todo iba sobre ruedas allá por el año 1987, cuando el Girondins se acostumbraba a ganar. Entre los años 1983 y 1987, el equipo se había anotado tres títulos y dos subcampeonatos, además de perder en las semifinales contra la Juventus en su mejor participación en la Copa de Europa, en la edición que acabó en Geysel con la conocida tragedia.

Los años 90 comenzaron con el descenso administrativo por la acuciante deuda, que superaba los 45 millones de euros. La recuperación deportiva vino precedida de la fuerte inyección económica de dos patrocinadores, Alain Afflelou y el canal de televisión M6, privada pensada para gente joven y cuyo eslogan en los 90 -'la pequeña cadena que sube y sube'- podría aplicarse a la situación del club. Y es que subió tras sólo un año en el infierno y desde entonces se ha consolidado con los dos títulos ya mencionados.

Ahora el presenta y el futuro está en manos de Blanc. ¿Será capaz de mantener el nivel del equipo en los próximos años o sucumbirá a una historia de grandes subidas e iguales tropiezos?

X. Prera

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una batalla que empieza a cansar

Hace días que pongo la tele o la radio y siempre escucho hablar del mismo tema: la baja de Cristiano Ronaldo para la eliminatoria de repesca de la selección lusa contra los bosnios. Tanta importancia ha cobrado el tema que algunos ya lo han catalogado como “el conflicto hispánico”. La verdad es que me parece un enfrentamiento demasiado mediático como para tomármelo en serio, pero la realidad es que hay algo que no funciona entre clubes y federaciones de futbol.

La primera batalla se ha ido del lado de la federación portuguesa ya que ayer Cristiano Ronaldo viajó a Portugal para ser revisado como su federación exigía. El Real Madrid por su parte ha visto como cualquier alegación o intento de que su jugador no tuviera que hacer tan infructuoso viaje se han quedado en nada. Así, algo me hace pensar que Portugal ha ganado la batalla, pero todavía falta mucho para ganar la guerra.

Pero si nos paramos a pensar un momento, ¿no son demasiadas las desventajas que los clubes tienen enfrente de las federaciones? Yo creo que siendo los clubes los que pagan a los jugadores, deberían tener un poco más de margen de maniobra en ocasiones como esta.

Está claro que si un jugador está en plena forma y no arrastra ningún tipo de lesión los clubes deben liberarlos como establece el reglamento FIFA. Además, son los propios jugadores los que admiten que es especial para ellos vestir la camiseta de su país. Hasta este punto, todo comprensible. Pero, ¿por qué cuesta tanto que una selección acepte no poder contar con un jugador que está lesionado? ¿por qué se ponen tantas trabas y se tensa la cuerda hasta casi romperla?. Los clubes son los primeros interesados en contar con jugadores a los que pagan y si el jugador no puede jugar con su equipo, es lógico que tampoco pueda hacerlo con su selección.

La verdad es que el caso de Cristiano Ronaldo se ha magnificado por tratarse de un jugador excepcional pero estas situaciones las encontramos a menudo. La suerte es que hay veces que la lógica se impone y las personas se aclaran hablando como en el caso de Fernando Torres. Así, aunque parecía que las relaciones entre Rafa Benítez y Del Bosque no estaban en su mejor momento, el seleccionador español ha decidido no convocar al ariete red sin necesidad de que éste viaje a la concentración para ser examinado. Al fin un poco de cordura en este tema.

Los clubes están a merced de la FIFA y de las federaciones y su única solución es mantenerse unidos y luchar por derechos que deberían tener por ser los principales perjudicados del denominado “virus FIFA”. A mi personalmente me encantan los partidos internacionales aunque ello implique que se paren las competiciones locales, pero esto se está convirtiendo en un circo que no va con el futbol: desconfianza, declaraciones polémicas, críticas, viajes de ida y vuelta para revisar lo anteriormente revisado....sinceramente, desconcertante.

PD: Aunque este es un blog de futbol, hay que apuntar algo. Hoy se retiró Marat Safin y tuve el placer de poder ver su último partido de tenis en un marco excepcional: pista central de Paris y partido de dos horas contra un rival como Del Potro. Nada más y nada menos que lo que este genio ruso se merecía. Safin fue, es y será genio y figura hasta la sepultura. Hasta la vista, Marat.

Guillem Prera

lunes, 9 de noviembre de 2009

Homenajes futbolísticos

Hay una canción de Fabulosos Cadillacs, unos argentinos que se dedican a eso del rock desde hace mucho tiempo, que se titula ‘Piraña, todos los argentinos somos DT’. DT es en el cono sur lo que aquí llamamos entrenador, y es perfectamente aplicable a España.


La mayoría de aficionados al fútbol somos adictos a comentar, opinar, cargarnos entrenadores y enterrar futbolistas. Alguno, con más mala leche que menos, se convierte por voluntad propia en un provocador nato, pero ese es otro tema. El sábado, al ver la alineación del Barça, la mayoría miró incrédulo a su acompañante y pasó a la acción. A criticar.


X. Prera


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domingo, 8 de noviembre de 2009

Hertha de Berlín: una historia del siglo XX

Seguramente, que te acusen de nazi en Alemania es casi el peor insulto. De hecho, a diferencia de España, allí está prohibido mostrar emblemas nacionalsocialistas. Y si algún equipo lo ha tenido que aguantar a lo largo de los últimos 50 años es el Hertha Berlin. Quizá a ello se deba la poca implantación que históricamente ha tenido el club y que otros, como el Union Berlin, que milita en la equivalente a nuestra Segunda B, sean el equipo de muchos berlineses.

Y ahora, que van a cumplirse 20 años de la caída del Muro de Berlín, parece que los malos tiempos aires, de pesimismo y decaimiento, vuelven a apoderarse del equipo más grande de la capital alemana. Teniendo en cuenta su historia de grandes fracasos sonados, uno piensa que el presidente, Werner Gegenbauer, gestionó tan mal el éxito que no había otra realidad posible para esta temporada.

Despidió a Dieter Hoeness, el hombre que había modernizado el club en diez años desde el puesto de director general, y dejó ir a tres de los pilares de la brillante campaña del Hertha: el central croata Simunic -ojo con él- se fue al Hoffenheim, el delantero Pantelic al Ajax y Voronin volvió al Liverpool en contra de su deseo personal. Ahora resulta que el gran causante de la marcha de Hoeness, el entrenador Lucien Favre, tampoco sirve y ha sido despedido por el mal inicio de temporada. Un desastre.

No obstante, la historia del Hertha está plagada de ellos. Desde que los hermanos Fritz lo fundaran junto a Max Linder y Willy Loretz allá por 1892, los mejores años del Hertha fueron precisamente los primeros. En unas competiciones cuyas estructuras estaban naciendo el club era uno de los clásicos de Alemania y, en el periodo entreguerras, fue capaz de ganar dos Bundesligas. Las únicas que se pueden ver un su museo, aunque creo que el club tendría un filón si a esas dos copas les sumara una historia del club paralela a la del siglo XX.

Poco duraron los éxitos, ya que la irrupción electoral del nacionalsocialismo truncó su historia para siempre. Hay una especie de ‘etiqueta’ que seguramente pesa enormemente sobre la gente del Hertha, y es que fueron el equipo al que el Führer quiso convertir en suyo. Según un estudio de Daniel Koerfer, investigador de la Universidad Libre de Berlín, fue el interés de Hitler y no la presunta alienación del entorno del club a las ideas nazis lo que convirtió al Hertha en una especie de equipo del régimen que jugaba sus partidos en el Olímpico de Berlín.

De hecho, este estudio, que ya comentó Notas de Fútbol, demuestra que en las elecciones que en 1932 auparon al Partido Nazi, el barrio obrero donde estaba ubicada la sede del Hertha –Wedding, la Roja Wedding- votó en masa al Partido Comunista. Otra cosa es después, cuando Hitler, consciente del poder ideologizante del fútbol, colocó a su afín Hans Pfeifer al frente del club para tratar de convertir al club en el exponente de la superioridad de la raza aria. En ese mismo estadio, Jesse Owens le demostró al Führer en sus mismas narices la inutilidad de sus ideas.

Pasó la Guerra Mundial y las potencias ganadoras se repartieron Berlín, dividiéndola en dos. Y se alzó el Muro que partió la ciudad. Es obvio que el club se vio afectado. Tanto que se vio obligado a recurrir a los sobornos para convencer a los futbolistas de que el Hertha era un buen club para jugar. Cuando la federación alemana se dio cuenta, descendió al equipo a regional, convirtiendo a la dividida Berlín, como si eso no fuera suficiente, en la única capital europea sin un equipo en Primera. Aquello duraría años.

Para cuando volvieron, recomponer y modernizar el club era una tarea titánica que no se materializó del todo hasta la llegada de Hoeness. Él hizo el primer gran Hertha desde los años 80, un equipo que plantó cara al Bayern y se clasificó para la Champions en 1999. Era el Hertha de Marcelinho, de la ‘perla’ Deisler, de Basler… y de los problemas económicos. Las fueras inversiones y la quiebra de los patrocinadores televisivos dejan al club al borde de un abismo del que se recuperó la temporada pasada. Ahora vuelve el gris.

El Hertha tiene un gran paralelismo con la historia del mundo tras la caída del Muro. Todos pensaron que el mundo sólo podía ir a mejor y la mayoría imaginaron un mundo de vino y rosas, de paz y justicia. Ahora estamos en crisis.

X. Prera

miércoles, 4 de noviembre de 2009

No al chantaje

Ayer me dí un día de tiempo para no escribir en caliente, pero ya no puedo más. Que un personajillo como Astiazarán amenaze con una huelga por la reforma fiscal aprobada por el Gobierno con los grupos de izquierda me parece de una bajeza moral insultante para todo ser humano y, sin querer ser populista, más aún para todas las personas en este país que están en paro, que lo pueden estar, o que soportan una carga de trabajo mayor debido a los recortes en sus empresas.

Para ponernos en onda, este hombre cobra por dirigir la LFP 1,5 millones de euros brutos al año. Es decir, que del significado de la palabra huelga sabe menos que yo de cricket. Y ahora, ante unos cambios fiscales en el IRPF de los extranjeros que cobran más de 600.000 euros, se revela y amenaza con parar la competición más seguida del país. Como si fuera suya.

Pues no. Si tengo dos cosas claras es que la Liga es de todos los aficionados y que estos cambios en los impuestos son no tan solo justos sino además morales. Siempre he defendido que los futbolistas no viven en otro mundo sino en el nuestro pero en una República alejada del resto de mortales. Todo el circo del fútbol ha de dar una lección de humildad y empatía y aceptar estas modificaciones. ¿Que las SICAV no se han tocado? Bueno, paso a paso. ¿Que en realidad el Estado saldrá perdiendo porque recaudará menos por el impuesto de sociedades que pagan los clubes? Vale, pero el sistema será un poquito más justo.

Puede llegar a entender -jamás compartir- los argumentos económicos de Astiazarán, como la cuestión de la recaudación del Estado por el impuesto de sociedades o la posible -sólo posible- caída de calidad de nuestra Liga, pero ya lo dije cuando Florentino propuso jugar a las 15.00 horas: en algún momento nos tendremos que plantear que la fiesta ha terminado, que el boom de los últimos diez o doce años es insostenible y que nos volvimos locos gracias -o por culpa- de un tal Bosman.

Unos que agradecerían que la reforma tirara adelante serían los futbolistas españoles, a los que adoramos en Mundiales y Eurocopas pero de los que nos olvidamos con facilidad cuando nos presentan a un sudamericano prometedor. Y, sobre todo, ayudaría a humanizar al futbolista y al fútbol en general como deporte de masas.

Porque no puede ser que nuestros ídolos tengan su vida solucionada de sobras mientras el resto nos gastamos lo poco que tenemos en las tapas y las cañas para ver a su equipo en Gol TV. Porque no puede ser que el fútbol esté en manos de gente como Astiazarán -en la Real Sociedad aún se acuerdan de sus desastres-. Porque amar el fútbol es sacar tiempo de la chistera para escribir blogs de forma totalmente desinteresada y no organizar huelgas para defender a los clubes y a los galácticos. No al chantaje.

X. Prera

martes, 3 de noviembre de 2009

El valor del trabajo

“El diccionario es el único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo”. Con estas palabras me sorprendió Miguel Ángel Lotina cuando se le preguntó por la buena campaña que está haciendo su equipo en la liga. La verdad es que nunca había escuchado tal expresión, pero es tan original como cierta. Tan solo debemos contemplar detalladamente los inicios de ciclo de los dos grandes clubs españoles: Barcelona y Madrid.

Cuando Pep Guardiola llegó al banquillo azulgrana hace poco más de un año, su discurso era claro: trabajar duro para lograr títulos. Quizás a priori parecía un discurso poco usual en un club donde se exigen objetivos a final de temporada y dichos objetivos suelen traducirse en trofeos. En el Futbol Club Barcelona ser segundo es un fracaso; y si encima el equipo que queda delante es el Madrid la temporada se convierte en catástrofe.

Guardiola es una persona de futbol que conoce este deporte y la entidad azulgrana a la perfección. Así, no le tembló el pulso al asegurar que la base de su proyecto sería la formalidad y el trabajo de unos jugadores a los que pedía compromiso total (por ello abandonaron el club Ronaldinho y Deco). A lo largo del año, mientras su equipo batía todo tipo de récords, Guardiola seguía manteniendo su discurso humilde y su convicción por el trabajo para deleite de todos los azulgranas.

El memorable final de temporada ya es conocido por todos: Guardiola se convierte en su primer año como entrenador azulgrana en el único técnico que consigue el triplete en la historia del club. Quizás si las cosas hubieran salido mal se hubiera culpado a Guardiola de ser demasiado conservador y humilde, pero todo salió bien y el técnico azulgrana se ha ganado el respeto de todo el panorama futbolístico actual.

En la otra cara de la moneda encontramos el segundo proyecto de Florentino Pérez al mando del Real Madrid. Al igual que en la primera, esta nueva etapa del mandatario madridista se basaría en la millonaria contratación de futbolistas de talla mundial como Kaka o Cristiano Ronaldo. Florentino no escatimó en millones para devolver la ilusión a una afición desencantada por los despropósitos madridistas de los últimos años pero sobretodo, por los éxitos de su eterno rival.

El proyecto del Madrid parecía la resurrección de equipo tocado y era digno de tenerlo en cuenta por la cantidad de millones y de jugadores que había adquirido el club blando. El mundo del fútbol contempló admirado como Florentino contrataba todos los jugadores que quería para crear una “superproducción”, como lo definió Valdano.

Un denominador común de todos los discursos desde la casa blanca era que se iba a devolver la ilusión a los aficionados y que el Real Madrid iba a retomar su trono en la Europa futbolística. Pero en ningún momento se hacía mención al trabajo duro que quedaba por hacer. Quizás se les olvidó entre tanta insólita presentación de jugadores.

Ahora, cuatro meses después de que se iniciará el gran proyecto nos encontramos con un técnico en la cuerda floja, una afición poco ilusionada y con una plantilla duramente criticada por la prensa. A Florentino se le achaca que ha creado una plantilla descompensada a pesar de haberse gastado 300 millones de euros y a Pellegrini se le critica que pasados cuatro meses, todavía se vea un equipo poco trabajado y compacto.

Todo ello nos hace volver a las palabras de Lotina y ver que realmente, no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. El éxito no se puede prometer, se puede desear. La única promesa real y loable que se puede hacer es la del trabajo.

GUILLEM PRERA MENERO

lunes, 2 de noviembre de 2009

Errores, no error

Hay una frase que yo atribuyo a Juan 'Carnicero' López, aquel defensa que causó estragos en los 90 jugando con el Atleti. Dice que un defensa debe ser feo, para así asustar a los delanteros. Y bruto, cabría añadir. Hasta la irrupción de Beckenbauer, ese era el prototipo de defensa; un antihéroe cuya función era destruir lo que los ídolos trataban de crear. El alemán fue el promotor de una saga de centrales que han hecho carrera a base de ser los primeros en crear. Se distinguen por ser tipos elegantes, que conducen con la cabeza bien alta. Koeman, Baresi, Blanc... y Márquez.

X. Prera


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