martes, 20 de abril de 2010

Morir... ¿de éxito?

El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgarte en tu camino.

El choque entre dos titanes, entre dos osos furiosos con dos maneras opuestas de entender el fútbol, se ha saldado con la victoria neta de uno de ellos: el que ha estado más atento. Ha habido uno que, quién sabe si confiado por sus anteriores victorias, quizás superado por los acontecimientos, ha visto pasar moscas y se ha llevado zarpazos casi mortales.

Mourinho no ha descubierto ningún método nuevo. Si el Barça está al borde de la eliminación es por sus propios errores, puntuales y estructurales. Puntuales, porque la defensa ha estado desastrosa en el marcaje -Alves y Puyol se llevan la palma- y porque se han perdido demasiados balones no forzados. Además, la presión no ha sido la adecuada, ya que la media del Inter tiró balones demasiado fáciles a sus feroces avispas. Y por Guardiola, que ha estado apático en la reacción.

Y estructurales, porque si a estas alturas de temporada, con la paliza de bus a cuestas y perdiendo 3-1, Guardiola sólo se fía de hacer un cambio, algo ha fallado. Si Bojan o Henry no valen, perfecto, pero decidanlo en junio, por favor. Siempre me ha encantado una frase de Luis César, el gallego que entrena al Nástic de Tarragona: "Es más importante el equipo que acaba que el que empieza". Si le hacemos caso, Guardiola ha perdido esta batalla, que no ayudaron a ganar ni Txiki ni Laporta cuando les tocaba, porque Mou sí ha acabado con un equipo adecuado a sus circunstancias.

¿Y el árbitro? Casero, casero. Ha empezado bien, pero se ha ido dejando llevar por el partido, remando con el viento favorable de la victoria local. No ha sido decisivo en la victoria del Inter, que la ha merecido, pero esto no es un partido sino una eliminatoria, y ha habido al menos tres jugadas polémicas dentro del área de los locales. Con un gol más, la manera de encarar la vuelta sería radicalmente distinta.

De Messi no hemos sabido nada, porque no ha aparecido. Tampoco Xavi. El Barça puede estar muriendo de éxito, y no es que Guardiola tenga la culpa, pero a uno le da la sensación de que el de Santpedor está más lento que nunca, con los reflejos atrofiados tras tanta victoria aparentemente fácil. El cambio de Abidal por Ibrahimovic podía llegar a entenderlo con el 2-1, pero no con el gol de Milito.

Queda la vuelta. Con todo, el Barça tiene todo un partido en el Camp Nou para tratar de dar la vuelta a la eliminatoria. Antes, deberá cumplir el 'peligroso' trámite de Xerez. Y es que, si me dan a elegir, llevo meses diciendo que prefiero la Liga a la Champions League. Europa ha pasado a ser un plus.

1 comentario:

  1. Yo creo que la clave está en la lentitud en el movimiento del balón. Messi o Alves trasladaron muchísimo la pelota en zonas de riesgo, facilitando al Inter la recuperación. No sé si será tema físico, el caso es que la circulación en los dos últimos partidos ha sido muy lenta.
    Por otro lado, aún estando claro que faltan alternativas de nivel delante, no entiendo por qué se empeñó Guardiola en poner a Piqué de delantero centro en vez de sacar a Henry o Bojan.
    En cuanto al árbitro, mal en las tarjetas, pero los penaltis de Alves o Piqué no los veo nada claros, la verdad...
    En fin, como bien dices, queda la vuelta. Aunque no tengo mucha fé, cosas más difíciles se han visto

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