jueves, 26 de noviembre de 2009

La punta de la lanza

Cualquier pequeño detalle grabado en la pared o el más mínimo objeto que podamos recuperar de civilizaciones anteriores suele fascinarnos y lo guardamos como un preciado tesoro. Una pintura, una vasija, una moneda…Pero si hay algo que solemos encontrar y no deja de fascinar a los historiadores son las puntas de las lanzas que ya desde la prehistoria se fabricaban. El hombre entendió desde el inicio de los tiempos que para cazar tomaba vital importancia la punta de la lanza. Sin una punta afilada les seria imposible realizar un buen ataque.

Han pasado los años y todos los aprendizajes que podemos hacer de aquellas fascinantes culturas pueden servirnos en la actualidad. Y que cada lanza debe tener su punta es una lección aplicable al fútbol.

La importancia del delantero no radica solo en la cantidad de goles que pueda lograr a final de temporada sino en el papel de desatascador que puede realizar en el juego de su equipo. Un defensa juega más tranquilo si sabe que al despejar un balón no lo regala al equipo contrario. Le será más fácil dar un pelotazo y acabar con el peligro si sabe que peleándose con la defensa rival hay uno de sus hombres. Es lo que en fútbol se suele denominar “tener una referencia en ataque”.

Hace una semana vimos como el Barcelona naufragaba en la catedral de San Mamés. Guardiola prefirió no alinear a Henry o incluso a Bojan dejando al equipo sin una clara referencia ofensiva y quizás ello le pasó factura. Nadie duda de la capacidad de desborde de Iniesta o Pedro y de la brillantez de Messi, pero ninguno puede hacer el papel de referencia que un delantero puro sabe hacer. El resultado fue un equipo atascado y sin profundidad.

Pocos días más tarde el panorama no pintaba mejor. El Barcelona recibía al Inter sin Messi ni Ibrahimovic y los comentarios de los días previos al partido hacían que la gente esperara todo lo contrario de lo que ocurrió. Pero Guardiola supo rectificar su error y alineó a Henry como referencia ofensiva. Bien es sabido que el francés no pasa por su mejor momento y que nadie apuesta por él como nueve en el clásico, pero el ariete francés hizo la labor de hombre-boya que Messi no supo hacer ante el Athletic de Bilbao. El francés no hizo su mejor partido pero solamente con su presencia Henry fijó a los dos centrales facilitando las llegadas de los hombres de segunda línea, ayudó a la presión y sirvió para que los defensas encontraran alguna referencia clara a la hora de sacar la pelota. Y esto con Messi de delantero no ocurrió.

El Barcelona es una lanza muy trabajada y ello se denota en cada partido. Pero cuando un arma no está afilada, es muy difícil herir al rival.

GUILLEM PRERA

4 comentarios:

  1. Henry realmente es un nueve, un delantero centro y ha notado un poco su desplazamiento hacia la banda. Por eso ante el Inter se sintió como en los viejos tiempos, interviniendo en el juego y sabiendo qué hacer, sintiéndose por un partido en el centro y no en el extremo, en una esquina del campo.

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  2. Los jugadores del Barça pueden estar en mejor o peor forma. Cada uno puede sorprender dando la mejor versión un día y, al día siguiente, ofrecer un bajo rendimiento. El secreto está en que Guardiola sabe funcionar y, en su defecto, rectificar. Sabe sacar el máximo rendimiento a cada uno y el otro día lo demostró ante el Inter.
    Saludos de 4-3-3

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  3. Pues lo más importante que saqué del partido fue que a Henry le ha empezado a pasar partido la famosa manita porque dejaron sin sancionar varias faltas que sufrió.

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  4. Ufff, Guillem... podríamos discutir eso hasta el fin de los tiempos y no ponernos de acuerdo. Creo que fue el mismo Cruyff quien dijo aquello de "demostraremos que se puede ganar jugando sin un delantero centro", cuando ubicaba a Hristo en la banda, a Laudrup de falso punta y a Bakero de llegador... quizás eran otros tiempos, pero no eran tan lejanos a los actuales en el fondo...

    Creo que el fútbol no presenta sólo una cara. ¿Podemos jugar sin delantero centro? Yo creo que sí. Como también se puede jugar con dos delanteros centros similares y aún así ganar. O con uno solo, pero siendo éste un "7" reconvertido (como Eto'o o Villa). O incluso un "11" reconvertido (como Henry, que empezó de extremo).

    Hubo equipos que jugaron con un "14" como delantero centro, como el Ajax de los setenta. Otros jugaron con un "10", como el Barça de Menotti con Maradona. Aunque, sí, lo normal es jugar con los Toni, los Müller o los Drogba, cada uno a su manera, cada uno diferente, cada uno buenísimo.

    Pero no, yo creo que no es estrictamente necesario, la verdad.

    Aunque, sí, lo más típico es

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