viernes, 13 de noviembre de 2009

El reto de Blanc

La Liga francesa suele ser una competición de dinastías que se regeneran con el paso del tiempo, unas veces de manera traumática y en otras más suavemente, casi como quien no quiere la cosa. La penúltima, la del Marsella en los años 90, se desmoronó cuando el club fue descendido desde los despachos cuando el presidente, Bernard Tapie, fue acusado de sobornos. Habían ganado tres ligas seguidas.

A diferencia de estos tumultos, el cambio al que se asiste hoy en Francia es algo así como una revolución tranquila. Sobre todo por la calma que transmite el gran protagonista de ese cambio: Laurent Blanc, ese hombre que besaba calvas y del que es prácticamente imposible decir algo malo. Él ha armado un equipo bastante serio atrás y al que no le cuesta marcar, lanzado por Gourcouff y Chamakh, ya que esta temporada a Cavenaghi le está costando entrar.

También ha contribuido a ello el desarme del Olimpique de Lyon, que había dominado la Ligue en las últimas siete temporadas, que se ha quedado en los últimos años sin futbolistas importantes como Benzema, Coupet o Ben Arfa, a lo que se suma la decadencia física de Juniho.

Con todo, los de Blanc son líderes tras doce jornadas después de haberse proclamado campeones el año pasado en la última jornada, haciendo honor a su historia dramática, siempre al borde del límite. Era su sexto título y lo conseguía gracias a un gol de Gouffran precisamente frente al Caen, su antiguo equipo, y al que mandó a la segunda división.

El quinto, conseguido diez años antes, fue si cabe más dramático. Se la jugaban contra el Olympique de Marsella en la última jornada, como el año pasado. Mientras los marselleses ganaban su partido con un gol de Pires, el Burdeos coqueteaba con el drama al empatar a dos contra el PSG. Fue en el minuto 89 cuando llegó el gol y el éxtasis. Lo marcó Pascal Feindouno.

Y es que los años ochenta y noventa son todo un tobogán para el equipo de Burdeos. Todo iba sobre ruedas allá por el año 1987, cuando el Girondins se acostumbraba a ganar. Entre los años 1983 y 1987, el equipo se había anotado tres títulos y dos subcampeonatos, además de perder en las semifinales contra la Juventus en su mejor participación en la Copa de Europa, en la edición que acabó en Geysel con la conocida tragedia.

Los años 90 comenzaron con el descenso administrativo por la acuciante deuda, que superaba los 45 millones de euros. La recuperación deportiva vino precedida de la fuerte inyección económica de dos patrocinadores, Alain Afflelou y el canal de televisión M6, privada pensada para gente joven y cuyo eslogan en los 90 -'la pequeña cadena que sube y sube'- podría aplicarse a la situación del club. Y es que subió tras sólo un año en el infierno y desde entonces se ha consolidado con los dos títulos ya mencionados.

Ahora el presenta y el futuro está en manos de Blanc. ¿Será capaz de mantener el nivel del equipo en los próximos años o sucumbirá a una historia de grandes subidas e iguales tropiezos?

X. Prera

5 comentarios:

  1. No hace mucho leí un reportaje sobre Blanc y su equipo en algún blog. Lo compraban a Pep Guardiola en cuanto a esa irrupción, por sorpresa, de un técnico poco experimentado que se hace cargo de un equipo consolidado y, encima, sorpende y triunfa. Me parece buena la comparación, y me alegro por Blanc.
    Saludos

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  2. Cavenaghi... otra gran mentira del fútbol

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  3. Buen articulo sobre el burdeos y sobre su historia reciente,yo escribi uno hace poco tiempo, fue en mi blog que lo leiste 4-3-3.
    si quieres pasatelo a ver X-prera .
    un saludo desde mi visión del balón

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  4. anda bien el O.M.
    saludos
    http://d-coleccion.blogspot.com/

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  5. Cada vez hay más nivel en la la liga, pero todavía le queda para ser una de las punteras.
    Saludos desde La Escuadra de Mago

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