Una vez más, el fútbol ante el dilema. ¿Seguir con las reglas que le han convertido en el deporte más popular del planeta o renovarse para ganar justicia en detrimento de dinamismo?
Si bien es cierto que el no-gol de Lampard –como también el fuera de juego de Tévez- son imperdonables errores arbitrales, nadie podrá negar que sin el margen de error que el ojo humano y las pulsaciones provocan en los árbitros este deporte perdería buena parte de su gracia y quizá también de su memoria.
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Las Diablas fueron más que las Lobas
Hace 4 horas
Tecnologías, las justas. Es que está claro, ese gol lo vimos todos, no es que fuera algo dudoso, lo que se debería hacer es sancionar a los árbitros fuertemente, así tendrían más cuidado.
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago