viernes, 25 de septiembre de 2009

Una de espías

¡Al loro! Lo que faltaba, una de espías en can Barça. 'El Periódico' ha dado un gran golpe -quien sabe si mortal- a las aspiraciones políticas de Laporta, que en los últimos tiempos se había postulado como partícipe en ciertos proyectos independentistas -de momento- extraparlamentarios.

Lo peor, como siempre, la imagen del club. No lo digo yo, lo ha dicho esta mañana una voz autorizada en esto del periodismo en Catalunya, Josep Cuní: 'En la prensa nadie se cree que Laporta no supiera nada de los espías'. Es evidente que no. Cuentan una anécdota que cuando Felipe González llegó una noche a Nueva York, al ver que las luces le deslumbraban, preguntó: '¿Y quién paga la factura?'. Con esto quiero decir que un presidente está al tanto de todo lo que pasa en su club/Estado. Y que Laporta sabía que el director general, Joan Oliver, había contratado a cuatro espías para seguir a los cuatro vicepresidentes con opciones de suceder a Laporta.

Para quien trabajaban es la gran duda. Porque lo que tampoco se cree casi nadie es lo del contraespionaje por los 'indicios' que tenía el vicepresidente Joan Franquesa de que estaba siendo espiado. Lo que no se le escapa a los medios -lo admitió el propio Oliver- es que las elecciones son el motivo de todo este escándalo.

Y claro, ha aparecido CiU, más en concreto Convergència Democrática, la principal rama de la federación que gobernó Catalunya durante más de 20 años y cuyos tentáculos en esa época llegaron a todos los rincones de la vida pública y privada de Catalunya. En CiU, acostumbrados como están al poder, no quieren verse sorprendidos. En marzo había mucho precandidato y había que descartar para asegurarse el tiro. Los más atrevidos ponen nombres y apellidos. David Madí, el gran asesor de Artur Mas, se habría decantado por Xavier Sala Martín, un hombre que curiosamente no fue espiado -la excusa es que no era vicepresidente-.

Por otro lado se habla de que Jordi Pujol, el hijísimo del ex presidente de la Generalitat, estaría detrás de la candidatura de Jaume Ferrer, que ahora parece haber tomado ventaja. Lo último que he leído es la vinculación histórica de Ferrer con Joan Oliver, un hombre siempre vinculado al nacionalismo catalán de CiU. De hecho, dirigió TV3 en la última etapa de Pujol en la Generalitat.

En todas estas cuestiones hay más oscuros que claros, y a mi esto de la política entendida como una lucha por quotas de poder me da asco a la vez que me interesa. Porque información es poder, y bien que lo saben algunos en Can Barça. Siento pasar de la cultura de fútbol a la política de fútbol, pero muchos saben que el Barça no se entiende sin estas luchas de poder en su entorno.

3 comentarios:

  1. Ni en la prensa se lo creen ni en ningún sitio. Laporta no tiene un pelo de tonto. Cuántas cosas tienen que pasar en las próximas elecciones para que haya un cambio decente...
    Buena entrada!
    Saludos!

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  2. Todavía le queda al Barça hasta que se politice como el Valencia, al que la Generalitat Valenciana avala los préstamos para salvar la quiebra económica

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  3. Para espiar a Sala Martín se tenían que ir a Nueva York, que es donde vive, y entonces todo les salía más caro...
    Al final quedará olvidado, como aquella vez que le robaron el portátil a Laporta... ¿alguien se acuerda?
    Adéu!

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