sábado, 9 de enero de 2010

Oportunidad perdida

Decía Juanma Lillo ya hace años que el fútbol es 'incientífico'. No hay ejemplo más claro que el partido que su equipo empató en Vila-real. El punto con el que se fue a dormir el equipo local sabe a poquísimo comparado con el mismo botín sacado en el Camp Nou.

Un mismo resultado resulta balsámico y decepcionante con sólo una semana de diferencia y dependiendo del equipo contra el que se consiga. Lo cierto es que el Villarreal perdió una gran oportunidad de acercarse a Europa. La derrota del Sevilla o el difícil partido que debe jugar el Mallorca contra el Madrid habían hecho pensar a los 'groguets' que con la relativamente fácil victoria en casa los puestos europeos estarían más cerca.

El Villarreal está pasando por ser un equipo irregular este año. Recuerdo que en verano, con alguna cerveza de por medio y ante unos amigos incondicionales de los amarillos pronostiqué, para contrastar con su exagerado optimismo, que acabarían la temporada en la decimotercera posición. Añadí que ojalá me equivoque.

Pero, por el momento, estoy yo más cerca que ellos. Está siendo una temporada extraña para el equipo castellonense. Con un entrenador nuevo que da la alternativa con facilidad a jóvenes y para mi gusto sin una referencia clara arriba, el conjunto combina grandes partidos con otros en los que, pese a dominar, no puede doblegar a rivales teóricamente más débiles.


El gran problema es que no no ve puerta con la suficiente facilidad como para compensar los errores de una defensa que con el bajón futbolístico de Gonzalo ha perdido a su líder. Sólo en cuatro partidos Diego López ha podido dejar su portería a cero, y eso se nota, sobre todo cuando se han empatado cuatro partidos a uno.

El del Madrigal era uno de aquellos partidos de los se ganan por 2-o y no pasan a la historia, pero que son básicos cuando se hace balance de resultados. Quizá, a final de temporada, al Villarreal le falten dos puntos y muchos se acuerden de aquel gran partido que se pudo ganar en Barcelona. Sí, será lícito. Pero que pocos se acordaran de aquella fría noche, sólo una semana después, en el que un inocente Marcano -sin ánimo de señalar al joven- cometió un penalti a poco del final que costó dos puntos a un equipo que tampoco supo remachar a un rival sedado.

1 comentario:

  1. Mal está el Villarreal cuando Juan Malillo les da la noche. Eso sí, lo que hagan Roig y Llaneza es la referencia que hay que seguir... para seguir siendo un quiero y no puedo (que es lo que se le olvidá a los doctos añadir)

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