viernes, 6 de marzo de 2009

Fútbol y felicidad

Esta semana, por motivos de trabajo, he tenido que asistir a unas conferencias sobre cambio climático y crisis económica. Uno de los conferenciantes vino a decir que había que bajar nuestro nivel de vida porque es insostenible a nivel climático, y dijo que esto es posible. ¿Cómo, con todas las comodidades que tenemos? No lo sabía, pero aquel hombre estaba respondiendo a una de mis grandes preguntas. Nos explicó que existe una teoría, creo que de un psicólogo llamado Isterling -no lo he encontrado- que viene a decir que a partir de un nivel de riqueza ganar más ya no nos hace más felices.

Siempre habrá excepciones, pero la regla es que a partir de un punto por determinar más dinero no da necesariamente más felicidad. Esta claro que algunos futbolistas o no se rigen por esta teoría o tienen el nivel 'x' muy elevado, pero pienso que no está mal la teoría.

A partir de ahí me he ido interesando por las distintas teorías filosóficas acerca de la felicidad y he intentado ejemplificarlas con determinados comportamientos dentro de un terreno de juego. Allá va:

-Existe la corriente utilitarista, que cree que la mejor manera de llegar a la felicidad es aportando a un colectivo que, si funciona como debe, repercutirá en nosotros. En este grupo entran los '4' de toda la vida, aquellos futbolistas que siempre se ofrecen al compañero. Son gente que no destacan si no gana el colectivo pero que, al tiempo, es difícil que el equipo gane si ellos no destacan. Exquisitos con el balón en los pies, no se les conocen grandes habilidades atléticas. Aunque Busquets se empeñe en demostrar lo contrario con su juventud y desparpajo, es el prototipo de volante culé, de Guardiola a Xavi pasando por Cesc, Iniesta y tantos otros.

-Los estoicos o racionalistas -corrientes parecidas- son gente que basan sus sonrisas en la aceptación de lo que son, no se exigen más de lo que pueden hacer y nunca pierden la esperanza en que su momento llegará. No les importa esperar en el banquillo y pocas veces desesperan. Abundan en los equipos grandes aunque aparezcan poco. Pasan por la vida sin pena ni gloria, nadie les recordará con especial cariño aunque tampoco se dirá nada malo de ellos. Saviola en el presente es la definición perfecta de esta categoría, aunque me gusta destacar a Secretario, aquel lateral portugues que, al parecer, jugó en el Madrid. O tantos y tantos fichajes de la era Gaspart en can Barça...

-En cuanto a los materialistas, ya sabemos, el fin justifica los medios. Son los killers por antonomasia. Preferiblemente italianos o germanos, viven por y para el gol. Cuando su equipo defiende, no dudan en girar la mirada hacia la portería contraria para desafiar al portero y es fácil verles con las cejas encorvadas, respirando a bocanadas y sudados con restos de césped por la cara. Indudablemente irraciones y preferiblemente solitarios, se rompen el alma por un gol y cuando lo consiguen lo expresan con rabia desatada, como partisanos celebrando una victoria decisiva. Es fácil de entender, su felicidad depende de ello.

-Hay corrientes más actuales, procedentes del 'New Thought', que creen que la felicidad no depende de nada material sino que es un proceso mental. La felicidad como decisión. Son personajes que se ha inventado el siglo XXI, siempre sonrientes, mediaticos, hombres-anuncio que pueden destacar en el campo o no. Pero eso poco importa, tampoco la vida íntima, lo importante es salir bien en la última foto. Mañana será otro día y el ayer no importa.

-Por último, tenemos a Gattusso, representante último de una raza en peligro de extinción. El 'New Thought' les ha hecho tanto daño que odian a estas 'estrellitas' y no les consideran futbolistas. Son de la corriente 'nietzscheniana', que afirma que la felicidad no existe y que el hombre ha venido al mundo a sufrir. Para ellos, la felicidad es tan ínfima que prefieren no pensar en ella. El tiempo que pasa entre una victoria y otra es una lucha continua hacia un lugar que, para ellos, no existe. Chapados a lo antiguo, a pesar de tener palos por piernas suelen gozar de la simpatía de un público que añora la época en que el hombre era un animal y ve que podemos volver a serlo.

En definitiva, son maneras de entender el fútbol, maneras de llegar a la felicidad. Un tema aparte son los espectadores, que deberíamos incluirnos en una corriente a caballo entre los estoicos y los irracionales materialistas, puesto que lo que llegamos a aceptar con tal de un instante de felicidad no tiene un nombre terrenal. Por cada jugada bella aguantamos minutos y minutos de sandeces.

4 comentarios:

  1. Yo me quedo con los jugones tipo Iniesta o Xavi. Un abrazo.

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  2. Hola, a mime gustan los jugadores de toque y de banda tipo (Messi, Iniesta, Robben).
    Saludos

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  3. hola,
    a mi me gustan los trabajadores y los jugadores de calidad y garra.
    Por cierto, la conferencia era buena? jeje
    saludos des de Fútbol Mundial

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  4. Ah, amigo mío, la gracia está en insertar todas las filosofías sobre el terreno de juego... un equipo utilitario-materialista, con algo de Nietszche y un pelín de nuevopensadores (hay que vender camisetas, por suerte o desgracia...) tendrá lo necesario para triunfar...

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